A veces las malas intenciones de otros, las envidias y la mala onda pueden dejarnos trabados y con poca vitalidad. Si sientes que estás teniendo dificultades laborales o que no encuentras laburo, este contrahechizo de protección puede ser de gran ayuda.
Muchas veces la envidia, el odio y el egoísmo de otros, sobre todo en el trabajo, nos dejan completamente agotados y con una sensación permanente de cansancio y desmotivación. Quedamos "ojeados" o "trabados" producto de las "malas vibras" de quienes nos rodean o nos envidian.
Para protegerte de esta sensación y de esas energías, te traigo un ritual sencillísimo que te será de gran ayuda.
Sabemos que las cosas no están bien en términos sociales y que el desempleo es todo un tema a nivel no sólo nacional producto de las crisis políticas, la delincuencia, la guerra, la economía, pero a veces pasan cosas que van "más allá" de la contingencia y si sientes que es tu caso; que te falta motivación, que estás teniendo demasiados conflictos, que nada te llena, que le dieron tu ascenso a otro, puede que no sea obra de las malas decisiones políticas y el universo confabulando en tu contra (porque eso no pasa).
Ingredientes y herramientas
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- 1 plato hondo blanco (ojalá sin dibujos)
- 1 taza de sal gruesa (ojalá de mar, de Cahuil, rosada, la que tengas. También sirve la sal de mesa)
- Holas de albahaca fresca en cantidad suficiente para cubrir el plato.
- 1 vela blanca
- 1 vela negra
Procedimiento
Sobre tu altar distribuye los materiales e ingredientes. Si no tienes uno o no sabes cómo crearlo, te dejo la siguiente nota: Creación de altares sagrados: Explorando la magia consciente
Pon la sal en el plato y luego cúbrela con las hojas de albahaca fresca. La sal es maravillosa disolviendo las malas energías de otros y la albahaca atrae la prosperidad y la fortuna.
Luego, deja el plato sobre el altar todo un día y una noche para que la sal y la albahaca hagan su trabajo.
La noche siguiente, enciende las velas y pon el plato entre ellas, al medio de ambas.
Luego vas a recitar, mirando el plato muy concentradamente, lo siguiente:
Yo te conjuro por la divinidad omnipotente y creadora, Diosa Madre, Dios padre, Eloim, Adonay, Teobac y Metatrón, a que te disuelvas en sal, a que huyas lejos de aquí y caigas al mar sin causar daño ninguno, confunde a mis enemigos para que no me puedan ver ni escuchar, ni nombrar, ni tocar. Que así sea.
Plegaria para destrabar
Luego sacude enérgicamente las manos.
Deja que las velas se consuman custodiando al plato con todos los ingredientes.
Los restos de todo lo que usaste (resto de velas, la sal y la albahaca) debes dejarlos en un curso de agua; ojalá un río.
Si no tienes un curso de agua cerca, entonces deja todo en un cruce de caminos o bien, puedes enterrarlo en la tierra. Incluso sirve una maceta, en caso de que vivas en un departamento. Pero no debe tener planta ya que la sal afecta a las raíces.
¡Mucho éxito! Y espero de todo corazón que te vaya fantástico en el trabajo. Si tienes comentarios, no dudes en escribirme.
