Un poco de magia navideña para atraer la fortuna, la armonía y la paz en el hogar. Sólo necesitarás una vela azul y un plato blanco.
Ya comenzó Diciembre con su carga nostálgica y la promesa de reunir familias enteras bajo un mismo techo para celebrar la navidad. Para que todo vaya de las mil maravillas te dejo este sencillo ritual navideño.
Es momento de abrir puertas y ventanas de par en par, para que brisas renovadoras disipen todo vestigio de sombras pasadas aún rondando por los rincones.
Aquí tienes el ritual para recibir la Navidad en casa presentado en formato de receta, para hacer más comprensible su realización:
Ritual navideño purificador Ingredientes:
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- 1 vela de color azul claro o zafiro
- 1 plato blanco
- Fósforos o encendedor
- Ambiente tranquilo y solitario
Modo de empleo:
Sentarse cómodamente frente al plato blanco sobre una mesa despejada. Puede ser en el living, dormitorio o lugar de preferencia. Si tienes un altar, tanto mejor.
Sostener la vela azul entre las palmas de las manos y concentrarse en atraer vibraciones de paz, amor incondicional y esperanza.
Visualizar una luz azul celeste brillante irradiando desde la vela e inundando cada rincón del ambiente.
A continuación entonemos el antiguo Padre Nuestro u otra plegaria que resuene en lo hondo del alma. No importan las palabras exactas, sino la sincera disposición de nuestros corazones por atraer tiempo mejores. Si las palabras no se te dan con facilidad, puedes entonar 3 veces el "Padre Nuestro" con absoluta atención y fervor.
Pidamos porque el Solsticio traiga reconciliaciones familiares, afectos fortalecidos, trabajo estable. Confiemos que toda necesidad y anhelo recto serán provistos en su debido momento por manos amorosas.
Encender la mecha de la vela azul y ubicar la misma en el centro exacto del plato blanco, evitando que la llama toque los bordes.
Contemplar la llama en meditación, visualizando cómo las vibraciones azuladas purifican el hogar de energías densas o negativas.
Observemos meditativamente el consumirse gradual de la cera azulina, testigo de nuestras esperanzas íntimas que fluyen invisible hacia los cielos.
Antes que la última gota de cirio se extinga por completo, demos gracias anticipadas por los dones venideros, pues en dimensiones sutiles del espíritu, ya se gestan invisibles los brotes que el nuevo ciclo deparará.
Una vez consumida la cera azul, retirar la vela del plato y desechar los restos cuando el cirio se enfríe a temperatura ambiente.
Preferentemente enterrar las cenizas y restos del ritual bajo un árbol o planta del patio.
Con este sencillo pero poderoso ritual de vela azul quedaremos en perfectas condiciones energéticas para recibir las fiestas venideras, ¡llenando cada día de luz y esperanza!
