Descubre el círculo mágico, espacio ancestral que protege y conecta, donde la magia sucede.
Se denomina círculo mágico al espacio ritual circular demarcado tanto en el suelo como imaginativamente, dentro del cual tienen lugar trabajos de magia ceremonia o hechicería, también conocido como "círculo de poder".
Su función primordial es establecer un perímetro protector alrededor del mago o aquelarres, para evitar la intromisión de fuerzas que puedan perturbar desde afuera.
En culturas ancestrales, el círculo ya representaba un espacio sagrado de comunión entre lo de arriba y lo de abajo, lo celestial y lo terrenal.
Los pueblos celta tenían rituales dentro del "círculo de poder" para conectar con otras dimensiones.
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Trazado del círculo
Existen múltiples formas de trazar un círculo mágico para delimitar el campo de trabajo:
De forma física sobre el suelo con tiza, sal, cuerda o el athame. Lo ideal es combinar estos cuatro elementos típicos para potenciar la barrera.
Trazando el círculo en el aire alrededor del área elegida mediante el athame o las manos, visualizando enérgicamente los linderos azules ígneos (de fuego).
Proyectando con la mente el círculo sobre el lugar, percibiéndolo como esfera radiante que se va solidificando progresivamente.
Combinando elementos físicos y mentales: primero se esparce sal marina sobre el perímetro y luego se visualiza potentemente el círculo ígneo completándose.
Lo importante es sentirlo y creerlo absolutamente real mientras se delimita el espacio, ya que de la fuerza de convicción dependerá su efectividad.
Elementos clave en su composición
Estos son los elementos primordiales a incorporar a la hora de erigir un círculo mágico de poder:
Puntos cardinales: luego de trazar la circunferencia se señalan en el borde los 4 puntos cardinales, atribuyendo elementos como en el pentagrama.
Triangulación: se refuerza el cierre conectando los puntos Norte, Este y Oeste; y Sur, Este y Oeste mediante líneas que configuran triángulos.
Talismanes: en el Norte, Este, Oeste y Sur se disponen símbolos mágicos como cristales, velas, runas cargadas, invocando protección en cada dirección.
Palabras de guardia: cuando se complete el círculo se recitan encantamientos indicando su finalización y activando defensa omni-direccional permanente hasta abrirlo.
Apertura y cierre del círculo
Finalizado el ritual mágico, se debe proceder al cierre formal del círculo dejándolo sellado o bien abierto según se desee:
Cierre hermético: cortando visualmente el perímetro ígneo en el aire con la mano o athame en zig-zag antihorario, esta opción sella toda Energía invocada dentro del área por tiempo prolongado, incluyéndonos si permanecemos adentro.
Apertura simple del círculo: girando en sentido horario y utilizando el athame, se va perforando una salida entre Este y Oeste recitando conjuros indicando la clausura controlada del campo de poder erigido, permitiendo migración paulatina del las fuerzas concentradas.
Absorción a tierra: para descargar cualquier excedente vibracional, se clava el athame en el centro y mediante visualización se canaliza el remanente directo al corazón telúrico para su reciclaje natural.
Como vemos, bien ejecutados estos pasos garantizamos un ámbito consecuentemente consagrado, donde nuestras invocaciones elementales cuenten con canalización apropiada según propósitos del trabajo emprendido sin ramificaciones incontroladas.
¡Ahora que conoces sus secretos, atrévete a trazar tu Círculo de Poder!
