La ciencia descubre el potencial de terapias energéticas para complementar los tratamientos de accidentes laborales. Su inclusión mejoraría la atención integral de trabajadores lesionados.
Cuentan las antiguas tradiciones orientales que existe una energía vital, una fuerza interna que recorre el cuerpo y que, cuando se bloquea o desequilibra, origina el malestar y la enfermedad. Durante siglos, esa idea mística fue desestimada por la medicina occidental.
Pero investigaciones recientes están causando un gran revuelo, al descubrir sorprendentes evidencias de esos flujos energéticos invisibles y del poder que tienen para sanar el organismo.
Tal como te contamos en nuestro artículo Lesión de espalda en pleno vuelo: una azafata sanó con yoga y terapias alternativas la manera en que una mujer logró superar el dolor de un accidente a través de las terapias alternativas ahora queremos contarte otras variantes de cómo las medicinas no científicas son un complemento y un refuerzo en los procesos de sanación física.
Por ejemplo Maja Jurisic publicó recientemente un artículo en Risk & Insurance donde explica cómo las ondas sonoras, la acupuntura y otras modalidades terapéuticas tradicionales pueden tener un gran impacto en la mejora de lesiones laborales.
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A este respecto abordaremos algunas medicinas "invisibles" que pueden ser una fantástica terapia alternativa y complementaria para las y los pacientes.
Campos bioeléctricos: la electricidad curativa del cuerpo
Tecnologías como el electrocardiograma hacen visibles los impulsos que recorren órganos vitales como el corazón y el cerebro. Lo que alguna vez se consideró parte de creencias esotéricas, hoy es un área floreciente de la ciencia. Y está cambiando para siempre la comprensión de cómo funciona el increíble sistema que es el cuerpo humano.
Los estudios confirman que incluso campos electro-magnéticos muy tenues pueden desempeñar un rol clave activando o bloqueando todo tipo de procesos celulares. Y también muestran que es posible manipular esas señales eléctricas con fines terapéuticos.
La acupuntura: una ancestral técnica avalada por años de investigación
Una de las terapias que opera precisamente sobre la red de impulsos bioeléctricos es la milenaria práctica china de la acupuntura. Sus agujas actúan como interruptores diminutos que equilibran el flujo energético del organismo.
Aunque ha sido utilizada por más de dos mil años en Oriente, aún hoy sigue siendo considerada "alternativa" en Occidente. Sin embargo, su eficacia analgésica y antiinflamatoria está sobradamente demostrada por rigurosos estudios a lo largo de décadas.
Y es por esto que su uso está siendo implementado de manera creciente en programas de compensación laboral alrededor del mundo, principalmente para el tratamiento del dolor crónico en lesionados.
Las ondas sonoras y su efecto transformador a nivel celular
Otra terapia que trabaja con vibraciones invisibles es la que emplea el poder de las ondas sonoras. Un hallazgo produjo gran conmoción entre los científicos: se descubrió que todas las células poseen diminutas antenas capaces de captar frecuencias.
Este sistema funciona como un micrófono que convierte las vibraciones sonoras en impulsos bioeléctricos dentro de la célula. Y no sólo percibe sonidos audibles: también registra ultrasónicos, inaudibles al oído humano.
Lo fascinante es que diferentes tonos y frecuencias pueden literalmente reconfigurar las estructuras celulares. Esto abre una enorme posibilidad para el desarrollo de terapias sónicas que aceleren procesos regenerativos en lesionados. Sin duda esta nueva especialidad energética tiene mucho para aportar en el futuro a la rehabilitación de trabajadores accidentados.
Mirar más allá de las causas físicas, la clave de una verdadera recuperación
Durante décadas el modelo médico imperante fue uno puramente mecanicista y reduccionista. Todo se explicaba en base a disfunciones en el complejo engranaje biológico, y las terapias se enfocaban sólo en "arreglar" esas piezas descompuestas.
Pero cada vez más voces dentro de la comunidad científica reclaman una cosmovisión más integral de la salud, que contemple factores energéticos y espirituales. Que entienda al ser humano en su multidimensionalidad.
Y sin duda las medicinas alternativas, durante tanto tiempo ridiculizadas y negadas por sus colegas escépticos, tienen mucho para contribuir en esta necesaria ampliación del paradigma médico. Un cambio de perspectiva que beneficiaría enormemente a todos aquellos trabajadores víctimas de accidentes, que sufren dolor crónico y luchan por recuperar su salud y calidad de vida.
